Me apetecía escribir una novela desde el punto de vista femenino, de modo que me puse a teclear y creé un personaje basado en mis observaciones, puesto que obviamente no puedo tener referencias propias directas.

Pero cuando la trama ya andaba mediada se me ocurrió otra idea más compleja, de modo que al final tanto María 2.0 como las tribulaciones de Eva acabaron por compartir la descripción del personaje principal, aunque ahí empieza y termina el parecido.

Este es pues un relato al que le tengo un especial cariño por su protagonista, pero pese a este sentimiento me temo que la trama no me impidió perpetrar un crimen. Justificado, pero crimen al fin. Entendedlo, ¿qué clase de novela negra sería esta sin algún desafuero, por muy imaginario que sea?

Espero que sus lectores disfruten de este relato, sino por mí, al menos por Eva, que se lo merece.