Bigardo es un viejo que malvive planificando su muerte. Su única compañera es Bastet, una gata tan solitaria y huraña como él mismo.

Se ha dado un período de reflexión, un tiempo para darle una oportunidad a la vida antes de ejecutar su muerte. Una oportunidad que incluye, por incluir algo, escribir una novela y apuntarse al gimnasio.

Un mal día, por accidente, adquiere un espejo que trastocará todos sus proyectos. Un espejo que lo llama, que desea que Bigardo sea uno con él. Y si para ello hay que recurrir a la agresión, o al asesinato, así será.

Esta es la primera incursión del autor en el relato fantástico sin adornos, un relato tan oscuro como el otro lado del espejo.

Existe una organización supersecreta cuyo objetivo es conseguir que los fenómenos extraordinarios nunca lleguen a la esfera pública. Es el NOPASANA, del que ni ustedes ni nadie ha oído hablar, precisamente porque hacen bien su trabajo.

Sin embargo, a veces se filtra algún que otro suceso. Por ejemplo, que el cadáver de un ser bastante parecido a los gremlins malos ha aparecido en unas bodegas manchegas. Ya quedará en la oscuridad informativa que otro ser idéntico intentó robar el cuerpo, pero fue capturado y puesto a disposición de interrogadores expertos del COSA (o sea, el Comando Observador de Sucesos Anómalos). 

Pues bien, este es el relato imaginario de las actas de los interrogatorios a este sujodes (sujeto de origen desconocido), que afirma haber llegado a este planeta en busca de solución tecnológica para un grave problema de su civilización: la Gran Cagada Gujdiana. 

En este relato, el protagonista es un joven ñu recién ascendido a la alta responsabilidad de Explorador de su rebaño, justo antes de iniciar la gran migración hacia los pastos de otoño. Para alcanzarlos, deberán salvar los peligros de los depredadores, cruzar ríos con cocodrilos, … 

Como dijimos, es una alta responsabilidad para este orgulloso ejemplar, cuyo nombre al iniciar esta historia es caca-líquida…

Este librito en concreto relata lo sucedido a Zacarías Zabala Zepeda (Z para abreviar), el hombre que ocupa el último lugar de cualquier listado alfabético, aunque eso no importe en este episodio en particular. 

Sufrió un problema vascular que prácticamente acaba con él, seguido de una infección por COVID19, de la que –no se sabe cómo– derivó una nueva variante mucho más mortal que la original, sobrevivió a todo ello para caer en una sucesión de infecciones recurrentes, … 

En resumen, dos años de hospitalización y cuando por fin sale, su ciudad y su país han cambiado, pero lo que más sorprende a Z es que sus paisanos lo culpan de todas sus desgracias. 

Esta colección de relatos breves, novelas cortas o cuentos largos, según se prefiera, se escribió entre los años de 2016 a 2024. Tienen en común la ironía en grandes dosis. Las moralejas, si la hubiere, las tendrá que poner el lector, porque el autor se las ha ahorrado.

En cuanto a los relatos de este volumen, incluyen un cuento sobre un irrigador mágico en la Casa Blanca, la misteriosa desaparición de unos ministerios, la intrahistoria del ensamblaje del cuerpo del autor, el diabólico dilema de un vendedor de coches usados, el milagroso suceso de recuperación de un caso fatal de stultus tinnitus somatica, y unos cuantos desvaríos seniles del autor.